Que Ella sea la Estrella de tu vida y la mía, que nos guíe hacia la auténtica Luz: “no nos  dejes Madre mía”.

Con estas palabras referentes a la Asunción terminaba D. Fernando, el cura Párroco de la Parroquia de Ntra Sra de la Asunción de Cantillana, el artículo que escribía en el último boletín del pasado mes de agosto de Nuestra Hermandad. 

D Fernando ha sido una persona que nos ha ayudado a ver el Dogma de la Asunción y acercarnos más aún si cabe a Nuestra Madre ASSUMPTA.

Queremos agradecer por su total y abnegada entrega en su sagrado ministerio. Entrega, que la hemos vivido durante 17 años, entre gozos,  esperanzas y dificultades, pero siempre con la certeza de sentirnos  acompañados por su calidez, sencillez y humildad, que lo destaca como un ser  excepcional y enteramente entregado al servicio para el que fue llamado por Dios.

A un amigo y guía espiritual no se lo puede despedir, aunque su caminar ya no sea a nuestro lado, porque las huellas que ha dejado en nuestras vidas siempre nos acompañaran. 

Padre D Fernando queremos agradecerle con todo el corazón sus consejos, su paciencia y el incondicional apoyo que siempre nos brindó, especialmente en los momentos difíciles.

A pesar de que esta nueva misión lo lleve lejos de nosotros, en donde le  deseamos todo lo mejor, ésta, siempre será su Parroquia y su casa, y recuerde también que hay una hermandad que agradece todo su trabajo y dedicación, y desea que regrese. Le pedimos humildemente que nos siga teniendo presente en sus oraciones a cada uno de nosotros, sus discípulos y amigos de la hermandad de Ntra Sra de la Asunción, y le decimos que siempre lo llevaremos en nuestro corazón.

Finalmente, rogamos al Señor, bendiga, proteja e ilumine siempre su camino y a Ntra Sra de la Asunción lo acompañe constantemente con su maternal intercesión.