



En el cartel, podemos ver como motivo principal el Simpecado rojo de la Subida, portado por dos niñas vestidas de ángel. Éstas representan el Acto de la Subida, donde son estos mismos ángeles quienes portan y escoltan a la Asunción Gloriosa cuando vuelve triunfal a Su Trono.
A cada lado, se disponen dos figuras muy presentes en el imaginario popular cantillanero y muy significativas en la historia de nuestra Hermandad.
A la derecha, aparece Juanito Valderrama, con su inconfundible figura y especial gracia portando el sombrero cordobés. Juan, además de ser una figura principal en el panorama artístico de su época, llevó a través de sus canciones y películas a la Asunción Gloriosa por dondequiera que iba, motivo por el que fue nombrado Hermano Mayor Honorario de nuestra Hermandad.
A la izquierda, su compañera y esposa: Dolores Abril. Una grandísima artista que conquistó con su belleza, arte y canciones, desde México a la Argentina, haciendo el destino que acabara a los pies de la Reina de Cantillana, a quien tanto le cantó junto a su amado Juan.
Sirva, pues, esta obra como recuerdo y homenaje a estos dos grandes artistas.
Al fondo, se dispone una perspectiva ilusoria de Cantillana como vista desde la zona de la Alameda, mediante una superposición de todas las iglesias del pueblo con sus campanarios. Esto hace alusión al peregrinar de la carroza de plata en la mañana de la Subida, en que visita todas las iglesias de nuestro pueblo, anunciando con un repique general de campanas que esa misma noche la Asunción Gloriosa sube a su Trono.
Este telón de fondo, junto a la pancarta que enmarca el conjunto y sirve de soporte para el texto anunciador de la Fiesta, sitúa la escena de manera anecdótica en la calle Cantarranas, como en cada noche de víspera de la Subida, cuando macetas y guirnaldas convierten esta calle en un vergel alfombrado y florecido para recibir a la que es su Reina y razón de ser.